(Hi friends! In efforts to expand my platform, and appeal to more audiences, I have decided to do a trial run on translating my posts, since the auto-translate feature isn’t always the most accurate. But sit down, have a drink, read for a while.)
All my life I’ve wanted to be a writer. I don’t mean that as hyperbole, literally for as long as I can remember, I’ve wanted to be a writer. In first grade, while the children talked about wanting to be astronauts, doctors, firefighters; I would lie and say that I wanted to be an architect, a veterinarian, or anything else that wasn’t a writer.
As a child, I hid it out of shame. For whatever reason, six-year-olds don’t seem to understand the desire to read and write. As a teenager, I started sharing it openly, even though I was still getting confused looks from my peers, and my family thought I had found a new «hobby» to pursue.
As I continued to mature, my desires only increased. Unfortunately, any artistic profession brings alarming looks from others, and by presenting the concept of a bachelor’s degree in literature so you can write a book to your family, you end up receiving even more alarming looks. So, after a while, when they asked me what I wanted to do with my life, I would answer I don’t know, or would try to change the subject with light jokes about wanting to work in fast food service, which made me the least favorite person for a couple of my friend’s parents.
What everyone thought was a «phase», remained a passion, something I would do even if they didn’t pay me, so I pursued it anyway. Currently, I have my bachelor’s degree in literature (and psychology, because «anyone can be a doctor and write, but someone who writes cannot be a doctor») and my dream of writing a book and sharing my words with the world has not vanished.
I don’t think it’s because of a narcissistic complex, I don’t think my words are more or less important than others; however, as a child, I watched the effect other people’s stories had on me. I remember how other’s words were able to transport me to another world; a silent one. One I am in control of, one I’m able to modify.
I sound like a sociopathic narcissist again, suggesting that I want to control everything and everyone, but when you’re raised in a rather… unstable home, feeling in control of something seems like a luxury. But that will be a topic for another day; For now, writing for me is something therapeutic and as someone who over-analyzes everything, someone who would find a seventh sense if I culd, I usually have a lot to write about. I created this to give my stories a platform and life, to see if I can impact someone the same way others have impacted me.
So, welcome to my contradictory and neurotic world. I hope you enjoy.
“By embracing your calling and refusing to hide your glow, you wouldn’t just make your world brighter, you’d light the way for the women who come behind you.”
Rachel Hollis, Girl, Stop apologizing.
(Versión Original)
Bienvenides,
Toda mi vida he querido ser escritora. No lo digo como hipérbole, literalmente, desde que tengo memoria, he querido ser escritora. En primer grado, mientras los niños hablaban de querer ser astronautas, doctores, bomberos; yo mentía y decía que quería ser arquitecta, veterinaria, o cualquier otra cosa que no fuera ser escritora.
De pequeña, lo escondía por vergüenza. Por alguna razón, niños de seis años no parecen comprender el deseo de escribir y leer. De adolescente, lo comencé a compartir abiertamente, aunque aún recibía miradas confusas de mis compañeros, y mi familia pensaba que había encontrado un «hobbie» nuevo para seguir.
Al seguir creciendo, mis deseos solo aumentaron. Lamentablemente, cualquier profesión artística conlleva miradas alarmantes de los demás y al presentar el concepto de un bachillerato en literatura para poder escribir un libro a tu familia, recibes más miradas alarmantes todavía. Así que, luego de un tiempo, cuando me preguntaban qué quería hacer con mi vida respondía no sé, o intentaba cambiar el tema con bromas ligeras de querer trabajar en un «fast food», algo que me llevo a no ser la persona favorita de muchos padres.
Lo que todos pensaron que era un «phase», permaneció como una pasión, algo que haría aunque no me paguen, así que lo estudié comoquiera. Actualmente, tengo mi bachillerato en literatura (y psicología, porque «cualquiera puede ser doctor y escribir, pero alguien que escribe no puede ser doctor») y mi sueño de escribir un libro y de compartir mis palabras con el mundo no ha desvanecido.
No creo que sea por un complejo narcisista, no pienso que mis palabras son ni más ni menos importantes que otras; pero de niña, observé el efecto que tuvieron las historias de los demás en mí. Sentí cómo las palabras de otros me llevaban a un mundo en silencio, un mundo que yo controlo y modifico.
Nuevamente sueno como una narcisista sociópata, sugiriendo que mi deseo es controlar todo y a todos, pero cuando te crías en un hogar … inestable. Sentir que tienes el control de algo parece un lujo. Pero ese será un tema para otro día; por ahora, escribir para mi es algo terapéutico y como alguien que sobre-analiza todo, alguien que si pudiera le buscara hasta la sexta pata al gato, usualmente tengo mucho de que escribir. Creé esto para darle plataforma y vida a mis historias y ver si logro impactar a alguien de la misma manera que otros me han impactado a mi.
Así que, bienvenides a mi mundo contradictorio y neurótico. Espero que disfruten.
«Tengo dos opciones: puedo escribir palabras al mundo y esperar que encuentren su audiencia. O puedo esconder mi luz debajo de la mesa por miedo a que mi resplandor no le guste a alguien.»
Rachel Hollis, «Amiga, Lávate esa Cara»